Dios mismo quiso hacerse capaz de amar con un corazón de hombre (Mt 11, 29; Jn 19, 34).

El sábado 15 de octubre en la Parroquia “Sagrado Corazón de Jesús” de la Av. Universidad, la Vida Consagrada de Caracas cuya fuente espiritual es el Sagrado Corazón de Jesús y María, se reunieron para celebrar dos grandes acontecimientos para la Iglesia: los 350 años de instauración del culto del Sagrado Corazón de Jesús y el Decreto de Indulgencia Plenaria por el Centenario de la Parroquia El Sagrado Corazón de Jesús. 

La Celebración estuvo presidida por el Excmo. Mons. Lisandro Rivas, IMC,  Obispo Auxiliar de Caracas. Con una emotiva, concelebrada por el Padre Rafael Viloria, CJM (Eudistas), Fr  José Juan De Paz, OP, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, P. Manuel Yépez, SCJ, superior Mayor y miembro de la Junta Directiva de la CONVER, entre otros sacerdotes religiosos y diáconos que hacen vida en la Iglesia de Caracas.

En sentida homilía invitaba a los presentes a “dejarnos amar por el Corazón de Jesús y a también corresponder con amor a tanto amor que nos tiene, por eso siempre pedir al Señor: “Jesús manso y humilde de Corazón has de mi corazón semejante al tuyo”.
Mons. Lisandro Rivas, ya para cerrar la homilía exhortaba a que pidamos al corazón de Jesús, refugio de incontables gracias, sea nuestro propio corazón y que podamos formarnos a su medida. 

Esta celebración culminó con un Ágape en el que cada uno de los participantes, miembros de las comunidades religiosas y de consagrados  presentes: Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús, Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, Hermanas del Buen Pastor, Reparadoras del Corazón de Jesús, Dominicas de la Santa Rosa De Lima, Eudistas, Hermanitas de los Pobres de Maiquetía, Dehonianos (Padres del Sagrado Corazón), Orden de Predicadores, Hermanas Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús, y la Orden de Vírgenes Consagradas, acompañadas de las Comunidades Parroquiales  San Juan Eudes de El Marqués, Amantísimo Corazón de Jesús y María, parroquia San Gabriel (La.Tahona), San Miguel Arcángel del Cementerio, y Sagrado Corazón de la Av. Universidad, pudieron compartir con alegría y sencillez lo que son: gestos proféticos del Amor y la Esperanza de Dios en este mundo herido y sufriente.